martes, 22 de enero de 2013

Centenario del Celler de l'Espluga de Francolí




Este año 2013 el Celler de l'Espluga de Francolí celebra los 100 años de su construcción. Para conmemorar el centenario de esta efeméride se ha creado una comisión que organizará y coordinará a lo largo de todo el 2013 los diferentes actos alrededor de la Bodega. La presentación  se hará el sábado 26 de enero en el Antic Hospital de la Espluga de Francolí.

Los actos comenzarán el próximo mes de febrero y acabarán a finales del mes de septiembre, coincidiendo con los 100 años exactos de la finalización de las obras de construcción de la bodega, unas obras que habían comenzado en marzo del año 1913. Entre los actos más definidos está la publicación de un libro sobre la historia de la Bodega, la representación y edición impresa de una pieza teatral inédita escrita por Josep M. Rendé Ventosa, una exposición sobre el edificio y los primeros documentos de la Bodega en el Museo de la Vida Rural, además de charlas, conferencias y mesas redondas que de manera mensual se irán llevando a cabo. Otros actos que se está trabajando es la edición de una placa de cava conmemorativa, una tirada especial con etiqueta de vino y cava, unos actos festivos para los socios y un reconocimiento para los presidentes que ha tenido la Bodega. Es muy probable que este año 2013 la Generalitat de Cataluña declare Bien Cultural de Interés Nacional el edificio modernista de la Bodega.La comisión no ha cerrado la celebración de actos sino que ha hecho un llamamiento a las más de veinte entidades de la Espluga de Francolí para que durante el 2013 dediquen alguno de sus eventos al edificio de la Bodega, de modo que se multipliquen las celebraciones y la presencia de la Bodega abarque a toda la población.La comisión organizadora está formada por la Cooperativa Agrícola, el Ayuntamiento, el Museo de la Vida Rural, el Patronato de las Cuevas de la Espluga, los historiadores locales Antoni Carreras, Jordi Roca y Josep M Vallés, los bisnietos del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, y los representantes de la coordinadora de entidades locales. El primer acto público a celebrar será por la Fira de San Vicens: el sábado día 26 de enero a la una del mediodía en la sala polivalente del Antic Hospital se hará la presentación de los actos del año del centenario de la Bodega.En este acto también se formalizará la presentación pública de las Jornadas de Estudio "De la vinya la Fassina", unas jornadas que tendrán lugar los días 27 y 28 de septiembre en el Museo de la Vida Rural y que expondrán los aspectos históricos, productivos , económicos, de elaboraciones, fiscales, patrimoniales, entre otros, que hacen referencia a la uva desde su proceso que comienza en la viña hasta que llega a la Fassina, pasando por las bodegas, para convertirse en aguardiente. El contenido estará centrado en tres ponencias centrales e irá acompañado de las comunicaciones que presentarán varios entendidos y estudiosos de toda Cataluña. Las Jornadas las organiza el Museo de la Fassina Balanyà, el Centro de Estudios Antoni de Capmany (Universitat de Barcelona) y el Centre d'Estudis de la Conca de Barberà, y cuenta con el Patrocinio del Ayuntamiento de L'Espluga, el Museo de la Vida Rural y la Diputació de Tarragona, además de la colaboración de la Agrícola i Secció de Crèdit Espluga, la Coordinadora del Centre d'Estudis de Parla Catalana y el Instituto Ramon Muntaner. Las jornadas tienen una página web publicada para obtener más información:
 
 

 
Destacar por último la importancia del edificio de la Bodega, no sólo por su valor artístico y patrimonial sino también por lo que significó en el terreno económico y de progreso. Pere Domènech i Roura, hijo de Lluís Domènech i Muntaner, fue el arquitecto que proyectó este bello edificio modernista combinando las necesidades primarias de un edificio industrial con las características estéticas de un edificio civil. El poeta Àngel Guimerà le dedicó el piropo de "catedral del vino" durante una visita al recinto, aunque un cooperativista sarralense ya lo había dejado escrito años atrás. El cooperativismo agrario fue la solución mayoritaria para volver a hacer flotar el campo catalán que tan derrumbado había quedado con la crisis de la filoxera, fuera el modelo burgués o el modelo socialista. Y la prueba es que en la Conca de Barberà, numerosas cooperativas agrarias y bodegas se levantaron durante el primer cuarto del siglo XX. Quizás fruto de aquellos fundamentos hoy la fórmula sigue siendo válida y la actividad vitivinícola todavía resiste según la oficina de Turismo de la Conca de Barberà.

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